Lincoln damnificado

Fue presidente de Estados Unidos durante la guerra civil. Lideró la abolición de la esclavitud. Fue asesinado en un teatro. Es uno de los rostros esculpidos en el Monte Rushmore. Hay una gigantesca escultura que lo muestra sentado en Washington en un monumento que lleva su nombre. Hay un busto de él en el Parque de la Fraternidad en La Habana. En Caracas, está al costado de Ciudad Banesco, donde antes estuvieron las tiendas Maxy´s y Sears. Al inicio, o quizás al final, de una avenida entre Colinas de Bello Monte y Plaza Venezuela. Una vía que atraviesa el río Guaire y los municipios Baruta y Libertador, una avenida que es conocida como la calle de los hoteles. 
El busto de Abraham Lincoln fue puesto allí en septiembre de 2006. En la placa se pueden leer, en español e inglés, las palabras finales del discurso de Gettysburg: “…Y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no perecerá jamás”; “…And that government of the people, by the people, for the people, shall not perish from the earth”.  Recuerdo la foto de Alberto Korda que muestra a Fidel Castro frente al Lincoln sentado de Washington. Recuerdo la estatua de Cristóbal Colón derribada y oculta en el sótano de algún ministerio venezolano. Recuerdo Historias de la calle Lincoln, la primera novela publicada por Carlos Noguera.
El busto, arropado por la sombra de los árboles, observa a los liceístas en sus horas muertas, a los ociosos que comparten licor, a una concurrida parada de autobuses y a los carros que se ahogan en el tráfico. La pequeña plaza está al inicio, o al final, de una avenida en la que están los hoteles Odeón, La Naranja, Gabil, Sur, Terminus, Bruno, Yare, Liana, Alse, La Mirage, Embassy y Preston. Habitaciones que antes se llenaban de amantes impacientes, lujuria secreta y sexo sin reglamentos ahora han sido ocupadas, como también fueron tomados los museos Jacobo Borges y Alejandro Otero, por los damnificados caraqueños de las lluvias de diciembre. Los venezolanos sin techo siguen esperando que se cumplan las inverosímiles promesas de los burócratas de uniforme verde oliva o camisa roja. El pueblo, del que habló Lincoln, necesita mucho más que un colchón para dormir, amar, soñar.
La fotografía fue tomada la mañana del lunes 7 de febrero de 2011.

Comentarios

  1. saber mirar es saber vincular. en los vínculos y asociaciones que nos entregas en estas líneas se agradece la profundidad y el hilado de temas que convergen. una imagen dice tanto...

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  2. gracias María Antonieta por tu comentario. creo que a los caraqueños nos quieren acostumbrar a cerrar los ojos para no ver, a ir de prisa pero sin avanzar. hay que atisbar a nuestro alrededor con libertad y calma.

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  3. Los amantes que frecuentaban esa zona también están damnificados o desplazados ahora.
    Nelly Pérez

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  4. Gracias Nelly por tu comentario, pues razón tienes. Son los desplazados de los que nadie habla: los amantes sin lugar para encontrarse.

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